domingo, 2 de diciembre de 2007

En Capotillo creen sangra una imagen de Jesucristo



SANTO DOMINGO.- Rosa María Peña, de 50 años, se encontraba ayer acostada en su casa por los fuertes dolores que sufre, debido a que padece de cáncer. A las 8:00 de la mañana se acercó al calendario para confirmar la fecha y, según narra, se encontró con que la imagen del Cristo en el afiche estaba sangrando. De inmediato, cuenta, se arrodilló ante ella y le dio gracias a Dios por ese milagro.
“Yo me siento bendecida por el señor. Yo estoy dando viajes desde enero al médico. Mi madre dice que el Cristo está derramando sangre por los dolores que me dan y estoy segura de que él me está sanando”, afirma.
Peña reside en el sector capitalino de Capotillo, en uno de los callejones de la calle 42, una zona donde no es la primera vez que ocurren hechos como este. Este año, los residentes cercanos al afluente La Zurza aseguraron que allí apareció la imagen de una supuesta virgen.
También un Cristo que supuestamente derramaba lágrimas despertó interés.
Este sábado, una hora después de que Rosa María Peña viera al Cristo sangrando, miles de personas que se enteraron de lo sucedido se dirigieron a su casa, la número 101, para presenciar el milagro.
La gente se enteró de la noticia de boca en boca y, porque la comadre de Rosa María fue la primera que la divulgó.
“De una vez una comadre mía me dijo que eso había que comentarlo porque después nos dirían mentirosos a los de este hogar”, explicó Rosa María. Dijo que por esta razón, su comadre envió a sus dos hijos a “regar la voz por el barrio”.
Por la gran cantidad de personas que se aglomeró en la habitación, Peña decidió colocar el calendario en la pared de la entrada, para permitir que todos lo vieran. A partir de ese momento, decenas de residentes improvisaron un pequeño altar y le colocaron velas, velones, oraciones e imágenes de varios santos.
Algunos de los creyentes lloraban y le daban gracias a Dios por el milagro; otros tocaban la supuesta sangre que emanaba de los ojos y la frente de Cristo para persignarse. Mientras, quienes poseían celulares con cámaras lo grababan y le tomaban fotografías.
Otros moradores del sector aseguraron, sin embargo, que no creían en ese y que sólo habían ido “a pendenciar”.
En tanto, un equipo de la Policía Científica tomó muestras de la sangre para evaluarla.

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