Las
leyendas orientales lo definían como símbolo de fecundidad y árbol del «bien y
del mal». Los colonizadores lo introdujeron en Europa y África en el siglo XIV,
llegando a Canarias en el XV. El desarrollo del cultivo de este alimento fue
impresionante en las islas Canarias y de aquí paso al Caribe.
El
plátano o banana es una fruta tropical de piel gruesa y pulpa carnosa –de
tonalidad blanca o ligeramente amarillenta–, y cuando está maduro tiene un sabor
y un olor suaves y delicados. Los de Canarias presentan un aspecto poco
atractivo, con la piel salpicada de pequeñas manchas oscuras y su sabor es
extraordinario. El guineo o enano es una variedad de pequeño tamaño y piel fina,
que se consume cruda, mientras que las bananas de textura harinosa se utilizan
más con fines culinarios.
Aporta unas 90 calorías por 100 gramos, es
rico en azúcares y apenas contiene proteínas y grasas. Muy rico en potasio y
magnesio, pobre en sodio, tiene también algo de hierro, betacaroteno, vitaminas
del grupo B –sobre todo, ácido fólico– y C, buena fibra y algo de vitamina E. La
presencia de las tres vitaminas antioxidantes (A, C y E) hace que figure como
‘fruta-salud’, un poco diurética y suavemente laxante, energética y
remineralizante. Por todos esos motivos, constituye una fuente de energía
natural y gustosa, excelente para niños y deportistas, porque sus carbohidratos
ricos en almidón se digieren muy bien cuando el plátano está maduro.
Por
el contrario, cuando la fruta está verde y se consume cruda resulta muy
indigesta porque tiene gran cantidad de almidón que pasa sin digerir al
intestino grueso, donde fermenta y produce gases. Los plátanos ricos en almidón
como los caribeños grandes se toman cocinados. Aunque se dice que engorda, este
producto no se puede aceptar como alimento solitario si no se incluye en una
dieta global. Desde luego, para los niños, es mucho mejor un plátano que
productos de pastelería y bollería industrial, cargados de azúcares y grasas
poco recomendables.
El
azúcar de las frutas es fructosa, pero el plátano contiene además glucosa. No
conviene a los diabéticos. En la actualidad, la alta cocina lo utiliza desecado,
maduro y pelado para labores de pastelería y es seguro que muchos bebés habrán
comido la deliciosa y nutritiva papilla de plátanos maduros con
azúcar.
Los
plátanos son muy ricos en hidratos de carbono por lo cual constituyen una de las
mejores maneras de nutrir de energía vegetal nuestro organismo. Serán muy
indicados para la dieta de los niños, que precisan muchas veces de un alimento
que pueda saciar su hambre rápidamente. Igualmente para los deportistas o para
cualquier persona que requiera un sano "tentempié" en cualquier momento.
Esta capacidad saciante del plátano no debe
llevar a confusiones y hacernos pensar que es una fruta que engorda y que es
mejor no comerla para mantener un cuerpo delgado. Evidentemente el plátano es
una de los frutos tiernos que proporcionan más calorías, sobre las 100 por cada
100 gramos, lo que equivale al peso medio de un Plátano de Canarias. Este número
es mayor que las 60 calorías que nos proporcionan 100 gramos de manzanas o las
irrisorias 22 que nos proporcionan cada 100 gr. de la sandía, pero ¿ quien se
queda satisfecho con 100 gr. de manzana y menos con 100 gr. de sandía? ¿ Cuantos
quieren comer dos plátanos seguidos? Por lo tanto comerse un Plátano equivaldría
a comerse un poco más que una manzana ya que el peso de una pieza suele ser
superior a la del plátano. En todo caso pocos se han parado a pensar que 100 gr.
de bollería industrial les aportan 400 calorías y sin los minerales y las
vitaminas que el plátano pueda proporcionar.
Muy al contrario, por su riqueza en potasio ayuda a equilibrar el
agua del cuerpo al contrarrestar el sodio y favorecer la eliminación de líquidos
por lo que resulta una fruta muy adecuada para los que quieran eliminar peso,
favoreciendo los regímenes de adelgazamiento. Por otra parte la eliminación de
agua y sodio del cuerpo resulta esencial para el tratamiento de ciertas
enfermedades, como la hipertensión , la gota, enfermedades reumáticas, etc.
Además el potasio es un mineral que interviene en la regulación de los líquidos
buen estado de los nervios, el corazón y de los músculos. Favorece, pues, la
recuperación en estados de nerviosismo y depresión, previene los calambres
musculares, fortalece los músculos, mejora la circulación, previniendo las
embolias y aumenta el ritmo cardíaco en casos de debilidad cardíaca. Su riqueza
en cinc puede aprovecharse para fortalecer el cabello, ayudando a prevenir la
caída. Su contenido en pectina, que es más grande que el que posee la manzana, y
fibra resulta muy interesante para el tratamiento del colesterol,
Es
una fruta muy digerible, rica en componentes que estimulan la digestión por lo
que es muy adecuada para combatir los casos de inapetencia, entre ellos la
anorexia. Si llegar a casos tan extremos, los plátanos pueden despertar el
apetito en los niños que tienen poca hambre, aun más cuando combinan con otros
alimentos naturales, como las manzanas o las uvas, para realizar estupendas
macedonias de frutas, muy ricas y nutritivas. Igualmente combinan muy bien con
la leche, por ello tenemos la oportunidad de elaborar estupendos batidos, muy
nutritivos.
Estudios realizados en la India, un país
donde se come mucho plátano en forma de harina para confeccionar pan casero (
chapatis), han demostrado el poder del plátano en la prevención de úlceras
gástricas y su capacidad para proteger la mucosa intestinal. Se ha comprobado
como su poder protector resulta ideal para combatir la gastritis o prevenir las
úlceras. Incluso puede utilizarse para la cicatrización de las mismas Para que
esto sea efectivo se cree que los plátanos tienen que ser de las variedades de
las grandes bananas que sirven para cocinar y que tienen que estar verdes. Hoy
en día, muchas de estas bananas pueden comprarse en muchos establecimientos de
forma desecada o cocinarlos, freírlos, etc..
Para aquellos con problemas de diarrea, los
plátanos, ricos en taninos, pueden tener un valor astringente. Una papilla hecha
con plátano puede ser una buena manera de cortar la diarrea en niños pequeños.
Otros componentes beneficiosos para
desintoxicar el organismo son las vitaminas C y la vitamina A . El plátano es un
fruto que presenta una gran riqueza de ambos. Su gran riqueza en vitamina C,
combinada con su riqueza en fósforo, resulta ideal para el fortalecimiento de la
mente. Comer plátanos resulta muy adecuado en las personas mayores para retrasar
problemas de senilidad o en los estudiantes para aumentar la memoria,
especialmente en épocas de exámenes.
En
uso externo los plátanos, según la tradición popular, son adecuados para
eliminar las verrugas. Para ello se saca la parte interior de la piel del
plátano y se restrega sobre la verruga un par de veces durante una
semana
Si
resulta interesante comer las grandes bananas verdes cocinadas, los plátanos
deben comerse crudos cuando estén bien maduros: Mejor es que tengan algunos
puntos negros sin que estos abunden en toda la superficie de la piel, lo cual
indicará que ya están demasiado maduros. Los plátanos se recogen verdes pero
maduran una vez recogidos. Es este proceso de maduración el que produce sus
azúcares y sus aromas tan característicos. Cuando compremos esta fruta no
debemos guardarla en el frigorífico porque pierde el sabor y se pone incluso
rancio. Deben comerse una vez pelados porque se estropean muy rápidamente.
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